Antes de empezar la carrera decía; yo quiero trabajar para que las personas que se han quedado un poco marginadas o excluidas de las sociedad puedan tener la oportunidad de integrarse. Porque ¿Para qué voy a ayudar a que unos consigan mas bienestar si todavía hay muchos que no llegan a los mínimos que se pude considerar una vida digna? ¿Para que seguir fomentando la desigualdad entre unos y otros? Y así me autoconvencía de que lo que tenia que hacer era intentar que estas desigualdades desaparecieran.
Y ahora que he empezado la carrera sigo pensando lo mismo, pero con más fundamentos. Creo que el Trabajo social es uno de los trabajos más necesitados y a la vez poco valorados de la tierra.
Me di cuenta un día en clase de “Fundamentos del Trabajo Social” la clase empezó con un video donde, resumidamente, nos explican como se llegó a la formalización de la profesión.
La conclusión que yo saqué fue la de que, una vez más, hay que valorar a aquellas mujeres que lucharon por conseguir que se reconocieran ciertos derechos humanos y que se movilizaron durante la transición para conseguir la universalidad de éstos.
Mujeres que aun hoy, habiendo conseguido un “Estado de Bienestar” durante estos 30 años de democracia, dicen: “Todo aquello, que era muy largo en expectativas, se quedó corto en realizaciones”
De esta manera resumo, que para la universalidad queda muchísimo, esos derechos que nosotros consideramos FUNDAMENTALES hay a demasiadas personas que ni se les pasa por la cabeza el poder disfrutarlos. ¿Pero como que disfrutarlos? Que los derechos no se nos regalan, los derechos nos los merecemos, ¡Son nuestros! Contra esto es contra lo que hay que luchar.
Entonces es cuando la profesora preguntó a la clase si nos veíamos capaces de seguir luchando por conseguir algo mejor.
No... mi respuesta es que no, que el espíritu de lucha se perdió en las generaciones pasadas. Que, incluso muchos de mis compañeros, se quedarán en la comodidad que este sistema ofrece a algunos con suerte. “¿Que más quiero? Oposito, sueldo base, trabajo fijo y encima ayudo a los demás para poder estar agusto conmigo mismo, me limpio la conciencia y duermo tranquilo”
¡Pues no! Yo no voy a conformarme con esto, voy a hacer algo más y este blog será un buen medio.
Como nos dijo la profesora: “Para que se nos valore en la sociedad, tendremos que valorarnos a nosotros mismos” Y os pongo un ejemplo, que igual alguno ya me ha escuchado decir antes pero que en este caso nos planteó la profesora: Un médico salva vidas ¿pero y nosotros? ¿Os habéis planteado alguna vez hasta que punto podemos salvar las vidas de los usuarios? Tenemos que valorarnos, claro que si y dar a conocer todo lo que hacemos, eso haré yo. Por eso creo que este blog durará años. Los mismos que de injusticias.
Y para que empecéis a creeros lo que hacemos os dejo con una frase de este mismo video que me he tomado la molestia de colgar en mi habitación, Así.. Para empezar a creérmelo... “Los trabajadores sociales somos los artesanos de la felicidad común” :)
¿Alguien más puede decir con orgullo que va a trabajar con la intensidad suficiente para que su propia profesión termine? Yo si.
Este es mi sueño de hoy.
http://www.youtube.com/watch?v=ydGq1oV_9QI (Enlace de los videos de: "Historia del Trabajo social en España")